Las compañías de gas LP reportan a la CRE sus precios cada mes

Rebeca Marín

Actualmente en México hay registro de 1,292 Plantas de Distribución, 33 Plantas de Almacenamiento, 4,746 estaciones de servicio, +2,500 transportes, +35,000 equipos de reparto, que generan +200,000 empleos directos y +500,000 indirectos, juntos conforman una infraestructura de distribución de Gas LP desarrollada durante 80 años que es un referente a nivel internacional, y que permite brindar más de un millón de servicios diariamente que garantizan el abasto a todos los mexicanos. 

El mercado del Gas LP en México ha operado por años con una intensa competencia en todas las regiones del país, esto se refleja en los más de 400,000 precios diferentes que son reportados mensualmente a la Comisión Reguladora de Energía por todas las empresas distribuidoras. Es importante resaltar que entre los precios al público registrados por esta Comisión, oscilan diferencias entre competidores en un rango de $1.00 a $8.00 pesos por kilo, lo que brinda al consumidor final una amplia posibilidad de elegir a quien le proporcione el mejor valor por el servicio demandado en el mercado.

 

La CRE dio a conocer que la Infraestructura logística reflejada en el número de permisos de Gas L.P, aumentó del 2011 al 2021 de 3,906 a 6,533, i.e. 67% más participantes en el mercado siendo que la demanda por su parte se contrajo16% en el mismo periodo. Lo anterior da como resultado que diariamente las empresas oferentes tengan por reto mejorar su precio y servicio para ser favorecidos por los consumidores.

 

Además de competir en precios diferenciados, las empresas también compiten mediante oportunidad y tiempo de servicio, ubicación, equipo de reparto, instalaciones o equipos de consumo en comodato, crédito y modalidades o estrategias de atención al cliente.

 

En el primer semestre del 2021 los precios internacionales del propano aumentaron 131% comparado con el 2020, lo que aunado a que en el país se produce sólo el 38% de la demanda nacional y por ende se importa el 62%, este fenómeno repercutió en similar aumento de los precios de Pemex a los distribuidores impactando directamente al precio de venta al público. Cabe mencionar que los precios al público aumentaron por debajo del incremento de los precios de venta de PEMEX, quien es responsable del 60% del volumen de ventas al mayoreo en territorio nacional.

 

El mercado internacional del propano y butano es dominado por la oferta de Estados Unidos quien abastece no sólo a México y a la gran mayoría de países Latinoamericanos, sino a China, India, Japón y a muchos otros países netamente importadores de estos combustibles, lo que convierte al indicador del mercado de Mont Belvieu Texas, en una referencia global y sus cotizaciones se convierten en el inicio de la cadena de valor en el suministro de estos energéticos, referencia que ante el impacto del incremento de la demanda generada por la recuperación económica mundial, sumada al retraso relativo de incrementos a su producción, han incrementado su precio al más alto nivel de los últimos años. Esta situación no es particular de México, sino está afectando por igual a todos los países (importadores o no) de Gas LP donde ahora los consumidores pagan precios más altos por el consumo del energético.

 

Otro factor relevante en la composición del precio de venta al público en México son los costos regulatorios, mismos que durante el sexenio 2012-2018 y en lo que va del presente período se incrementaron de forma considerable, impactando en más de $1.00 peso por kilo al precio que el consumidor tiene que pagar cada vez que compra Gas L.P. En este aspecto existe una gran oportunidad de implementar una simplificación administrativa y regulatoria que elimine costosas regulaciones redundantes, y con esto se posibiliten ahorros que se trasladarán inmediatamente a los consumidores.

 

Frente a la tentación de las soluciones simplistas que implican regulación de precios en los mercados, hoy es imperativo considerar la existencia de costos de distribución que son indispensables para poder trasladar el producto con seguridad de las terminales de abasto a las plantas de distribución, a las estaciones de servicio, a los expendios de recipientes, o directamente a los domicilios de los millones de usuarios en todo el País. Para poder realizar esta tarea es necesario hacer y mantener una inversión permanente en todas las instalaciones de almacenamiento y equipo de reparto de cada eslabón de la cadena de suministro, solo así se puede garantizar el abasto del Gas LP a la población y la seguridad en su manejo.

 

Con base en la experiencia vivida en México y en muchos otros países, es contundente la evidencia de que la implementación de un sistema de control de precios máximos generaría distorsiones graves con efectos muy negativos hacia los consumidores, con las siguientes consecuencias entre otras:

 

Es imposible determinar un precio controlado que refleje la realidad en todos los mercados regionales y que considere todas las presentaciones, porciones, formas y canales del servicio.

 

Se reduciría la cobertura de distribución afectando a los consumidores y fomentando un mayor consumo de leña con graves consecuencias en salud y deforestación.

 

Afectaría negativamente la seguridad de las operaciones.

 

Generaría desinversión en todos los eslabones de la cadena de suministro provocando desabasto en ciertos mercados regionales.

 

Se estimularía la participación de gas de procedencia ilícita adueñándose de más mercados mediante zonas de reparto controladas.

 

Alternativas a la regulación artificial de precios:

 

Los precios internacionales actuales son coyunturales y eventualmente deben tender a disminuir, por lo que tanto importadores privados como Pemex podrían reflejar baja en sus precios de venta a distribuidores y estos a los consumidores.

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